jueves, 23 de diciembre de 2004

El riesgo de promover la corrupción

(PILAR DE TODOS) La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha dicho que "cualquier política dirigida a obstaculizar el acceso a información relativa a la gestión estatal, a la que tienen derecho todas las personas, tiene el riesgo de promover la corrupción dentro de los órganos del Estado debilitando así las democracias".

Desde hace casi nueve meses, cuando presentamos el Proyecto de Ordenanza de Acceso a la Información, creímos en la sinceridad del compromiso asumido tanto por el Presidente del Concejo Deliberante, Dr. Marcelo Castillo, como del propio Intendente municipal, Humberto Zúccaro: ambos nos manifestaron su voluntad de que el Proyecto -con los cambios que el HCD considerara oportunos- se transformara en Ordenanza.

En la sesión de ayer, los Concejales, salvo las honrosas excepciones de Quintero (PaUFe) y Saulle (PJ), votaron que el expediente en cuestión pase a archivo hasta tanto presentemos la forma en la que la ordenanza debiera instrumentarse. Doble falta, porque a las inadmisibles idas y vueltas que tuvieron los concejales para dilatar la aprobación de una norma tan importante, le suman otro nuevo error, y es que la Ley Orgánica de las Municipalidades establece en su artículo 78 que "Las ordenanzas y los decretos deberán ser concisos y de carácter preceptivo", es decir, que se deben cumplir.
En consecuencia, el HCD podía (y todavía puede) aprobar el proyecto tal cual se presentó. Las características y detalles instrumentales deben ser establecidos en un posterior decreto reglamentario del Intendente, en el cual se debería detallar lo que el HCD nos pide detallar a quienes presentamos la propuesta.

Si el gobierno pretende ser transparente, cosa que a más de un año de gestión me permito poner en duda, la regla debe ser el acceso a la información pública como bien común y no su manipulación y ocultamiento.

El riesgo de promover la corrupción

(PILAR DE TODOS) La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha dicho que "cualquier política dirigida a obstaculizar el acceso a información relativa a la gestión estatal, a la que tienen derecho todas las personas, tiene el riesgo de promover la corrupción dentro de los órganos del Estado debilitando así las democracias".

Desde hace casi nueve meses, cuando presentamos el Proyecto de Ordenanza de Acceso a la Información, creímos en la sinceridad del compromiso asumido tanto por el Presidente del Concejo Deliberante, Dr. Marcelo Castillo, como del propio Intendente municipal, Humberto Zúccaro: ambos nos manifestaron su voluntad de que el Proyecto -con los cambios que el HCD considerara oportunos- se transformara en Ordenanza.

En la sesión de ayer, los Concejales, salvo las honrosas excepciones de Quintero (PaUFe) y Saulle (PJ), votaron que el expediente en cuestión pase a archivo hasta tanto presentemos la forma en la que la ordenanza debiera instrumentarse. Doble falta, porque a las inadmisibles idas y vueltas que tuvieron los concejales para dilatar la aprobación de una norma tan importante, le suman otro nuevo error, y es que la Ley Orgánica de las Municipalidades establece en su artículo 78 que "Las ordenanzas y los decretos deberán ser concisos y de carácter preceptivo", es decir, que se deben cumplir.
En consecuencia, el HCD podía (y todavía puede) aprobar el proyecto tal cual se presentó. Las características y detalles instrumentales deben ser establecidos en un posterior decreto reglamentario del Intendente, en el cual se debería detallar lo que el HCD nos pide detallar a quienes presentamos la propuesta.

Si el gobierno pretende ser transparente, cosa que a más de un año de gestión me permito poner en duda, la regla debe ser el acceso a la información pública como bien común y no su manipulación y ocultamiento.

sábado, 18 de diciembre de 2004

Depredadores II

Dos semanas atrás, en la cena anual de la Fundación Por Pilar, el gobernador Solá dijo que Pilar "está lleno de oportunidades y peligros". En mi columna de la semana pasada, decía que la tragedia que encerraba esta paradoja era que en nuestro distrito, todas las oportunidades están de un lado, y los peligros, del otro.

La semana pasada dije que "la connivencia de funcionarios inescrupulosos junto con inversores ávidos de seguir llenando sus bolsillos, lograron que la copa nunca se derrame sobre los desposeídos de esta tierra; los "unos" han conformado una asociación que tiene como objetivo "diseñar el Pilar del futuro" y acaparar todas las oportunidades, mientras que los "otros", los excluídos, van asistiendo azorados a una realidad en la que lo único que abunda son los peligros, y que les niega hasta el derecho de acceder a los espacios públicos, esos que deberían servir como elemento de integración y equidad".

Esta semana, al conocerse un listado de unos 40 mil contribuyentes bonaerenses que le deben al Estado provincial casi 5 mil millones de pesos, esa opinión se puede ir anclando en datos concretos. Y aunque la información tiene carácter público, el Lic. Santiago Montoya, subsecretario de Ingresos Públicos de la Provincia, aseguró que el mes próximo se publicaría en Internet.

"Bienaventurados los pobres, porque de ellos será el Reino de los Cielos", reza el Evangelio; en esta parte del planeta, nuestros pobres aspiran al menos a que sus hijos puedan ir al colegio, y ellos a trabajar -o a buscar alguna changa- sin embarrarse hasta las orejas. Para ello hacen falta asfaltos, pero su construcción, además de gobiernos eficientes y transparentes, requiere de ciudadanos que paguen sus impuestos. Lástima que con contribuyentes como los del cuadro, el "Pilar del futuro" que declaman desde el gobierno de Humberto Zúccaro nunca será alcanzado por las familias humildes de nuestro distrito. Ellas necesitan de los servicios de un Estado que los trate como ciudadanos plenos de derechos, y no como clientes a los que se les venden productos de "segunda", mientras a los "amigos del poder" les regalan los de "primera selección".
Como ejemplos, valen el caso de la venta de las calles internas a los clubes de campo Tortugas, Highland, Mapuche y los Lagartos (aunque por el precio acordado, sería más apropiado referirse a la operación como un regalo), o el de la venta de las calles Fucault, Mercator y Lisandro de la Torre a la empresa Pinazo S.A. del Grupo Farallón. Esta última depredación al patrimonio público se hizo mediante la sanción de una Ordenanza que obligaba a usar los fondos depositados por Pinazo S.A. prioritariamente a arreglar la calle Oliden en Del Viso; sin embargo, a pesar de que la plata se depositó en la cuenta municipal en abril de este año, la calle Oliden se arregló siete meses después.
Uno de los incluídos en el listado, Juan Carlos Blumberg, al menos salió públicamente a explicar las razones que lo llevaron a atrasarse con sus obligaciones fiscales. Los demás, ¿lo imitarán?

Depredadores II

Dos semanas atrás, en la cena anual de la Fundación Por Pilar, el gobernador Solá dijo que Pilar "está lleno de oportunidades y peligros". En mi columna de la semana pasada, decía que la tragedia que encerraba esta paradoja era que en nuestro distrito, todas las oportunidades están de un lado, y los peligros, del otro.

La semana pasada dije que "la connivencia de funcionarios inescrupulosos junto con inversores ávidos de seguir llenando sus bolsillos, lograron que la copa nunca se derrame sobre los desposeídos de esta tierra; los "unos" han conformado una asociación que tiene como objetivo "diseñar el Pilar del futuro" y acaparar todas las oportunidades, mientras que los "otros", los excluídos, van asistiendo azorados a una realidad en la que lo único que abunda son los peligros, y que les niega hasta el derecho de acceder a los espacios públicos, esos que deberían servir como elemento de integración y equidad".

Esta semana, al conocerse un listado de unos 40 mil contribuyentes bonaerenses que le deben al Estado provincial casi 5 mil millones de pesos, esa opinión se puede ir anclando en datos concretos. Y aunque la información tiene carácter público, el Lic. Santiago Montoya, subsecretario de Ingresos Públicos de la Provincia, aseguró que el mes próximo se publicaría en Internet.

"Bienaventurados los pobres, porque de ellos será el Reino de los Cielos", reza el Evangelio; en esta parte del planeta, nuestros pobres aspiran al menos a que sus hijos puedan ir al colegio, y ellos a trabajar -o a buscar alguna changa- sin embarrarse hasta las orejas. Para ello hacen falta asfaltos, pero su construcción, además de gobiernos eficientes y transparentes, requiere de ciudadanos que paguen sus impuestos. Lástima que con contribuyentes como los del cuadro, el "Pilar del futuro" que declaman desde el gobierno de Humberto Zúccaro nunca será alcanzado por las familias humildes de nuestro distrito. Ellas necesitan de los servicios de un Estado que los trate como ciudadanos plenos de derechos, y no como clientes a los que se les venden productos de "segunda", mientras a los "amigos del poder" les regalan los de "primera selección".
Como ejemplos, valen el caso de la venta de las calles internas a los clubes de campo Tortugas, Highland, Mapuche y los Lagartos (aunque por el precio acordado, sería más apropiado referirse a la operación como un regalo), o el de la venta de las calles Fucault, Mercator y Lisandro de la Torre a la empresa Pinazo S.A. del Grupo Farallón. Esta última depredación al patrimonio público se hizo mediante la sanción de una Ordenanza que obligaba a usar los fondos depositados por Pinazo S.A. prioritariamente a arreglar la calle Oliden en Del Viso; sin embargo, a pesar de que la plata se depositó en la cuenta municipal en abril de este año, la calle Oliden se arregló siete meses después.
Uno de los incluídos en el listado, Juan Carlos Blumberg, al menos salió públicamente a explicar las razones que lo llevaron a atrasarse con sus obligaciones fiscales. Los demás, ¿lo imitarán?

domingo, 12 de diciembre de 2004

Un año en campaña

A un año de gobierno, sería conveneinte que el intendente deje de lado la campaña y se ponga a gobernar; las necesidades del distrito son demasiado grandes como para pretender resolverlas con discursos.

La realidad, esa única verdad señalada por Juan Domingo Perón, suele percibirse individualmente de acuerdo a nuestras propias creencias. En estos doce meses de gobierno, Zúccaro a sabido imponer su propia realidad, que sostiene con promesas en las que gran parte de la sociedad quiere creer, como una manera de poder sostener sus deseos y justificar sus frustraciones colectivas.

“Gestión” fue la llave mágica que abrió la puerta a un camino que la mayoría de los pilarenses quisieron seguir. Una vez adoptada, la falsa premisa se fue consolidando a fuerza de gestos, comunicados siempre con altisonancia por algunos medios de prensa locales, tan complacientes como lo fueran sus necesidades financieras.

Hoy sólo se encuentran gestiones elogiables en algunas áreas periféricas (por los recursos que se le asignan) como Cultura o Deportes. Pero las áreas que constituyen el núcleo de la estructura municipal, como Obras y Servicios Públicos, o Salud, no encuentran el rumbo, y prometen resultados a condición de que llueva el maná del Banco Mundial.

La Pesada Herencia
Su primera excusa como intendente no tuvo nada de original, al afirmar que había recibido una “pesada herencia” (legado que a él contribuyó a generar, tras haber sido concejal durante doce años). Dijo que con los 1.700 empleados con los que Bivort le dejó el municipio sobraba gente, que la planta estaba “sobredimensionada”; entonces despidió a unos 300 empleados... para luego incorporar a casi mil. Para colmo de males, dejó de lado el ingreso por concurso, mecanismo que permite escoger a los mejores para cada puesto —y no a los más amigos—, pero que impide pagar los favores políticos de campaña. Hoy el municipio cuenta con unas 2.300 personas, cuyos sueldos nos cuestan a todos el equivalente a cien cuadras de asfalto con cordón-cuneta al año. Cuando finalicen los treinta y seis meses que a Zúccaro le quedan para irse, habrá gastado en nuevos sueldos el equivalente a unas trescientas cuadras de asfalto.
Mientras tanto, los vecinos más humildes se preguntan hoy cómo era posible hace dos décadas administrar el municipio, prestar servicios de iluminación, agua corriente y cloacas, asfaltar calles y recoger la basura con sólo 482 empleados.

Reforma Tributaria
Otro eje de la gestión de Zúccaro, la reforma tributaria, puso a Pilar en la tapa del matutino La Nación: “Los impuestos suben en Pilar hasta 1140 por ciento”; semejante aumento, como era de esperar, incrementó la presión tributaria sobre el magro treinta por ciento de contribuyentes que todavía cumplen con sus obligaciones; ¿y el 70% de morosos? bien, gracias; sobre ellos, el Secretario de Hacienda aseguró en una conferencia que "si llegan a pagar aunque sea una cuota, ahí los agarramos" (sería deseable una mayor dosis de "inteligencia recaudatoria").

En el verano pasado el gobierno dijo que éramos rehenes de Tecsa –la empresa que se encargaba de la recaudación— y que el contrato era insostenible, por lo cual lo rescindiría; y aunque la Defensora del Pueblo le recomendó al intendente que hiciera uso de las facultades otorgadas por la Ley de Emergencia Económica, resolviendo el contrato sin pagar indemnización alguna, Zúccaro terminó pagándole con nuestro dinero más de tres millones de pesos.


Transparencia
Por entonces, y a fin de satisfacer los reclamos de transparencia, Zúccaro anunció la creación de la Oficina Anticorrupción municipal que tendría como propósito brindar transparencia a la gestión del gobierno. Se esperaba que en poco tiempo comenzara a funcionar; la realidad es que hoy no funciona, y tampoco funcionará el año venidero, porque -justifica- no se le asignó partida en el presupuesto.

En abril de 2004, confiados en que valía la pena ofrecerle al gobierno herramientas para que se ponga de cara a la sociedad, un grupo de vecinos de la Asociación ProPilar presentamos un proyecto de Ordenanza de Acceso a la Información, para que cualquier vecino pudiera solicitar y recibir información municipal; hoy, a ocho meses de entonces, el proyecto ni siquiera fue debatido. Otra desilusión, porque el acceso irrestricto a la información pública es una vacuna contra la corrupción, un remedio al “roban pero hacen”. Porque, huelga decirlo, necesitamos gobiernos que hagan, pero que además no nos roben.

Obras y Servicios
En junio pasado, la primera plana de El Diario afirmaba “Un equipo de expertos diseña el transporte que viene”; en el desarrollo de la noticia, Zúccaro decía que para fin de año todo estaría regularizado, y agregaba que “se acabó eso de emparchar los problemas; durante muchísimos años se trabajó sin un plan estratégico y en esta licitación tenemos la oportunidad de hacerlo para los próximos diez años”. Nada podemos decir de la calidad de "expertos" del equipo contratado por el municipio, pero considerando que las cosas están hoy como entonces, sí podemos afirmar que les está llevando más tiempo del que tardó el General Alais en llegar a Monte Caseros, en las Pascuas de 1987.

Con la venta de calles públicas a cuatro countries, se volvió a utilizar la propuesta extorsiva con la que se rescindió el contrato con Tecsa: Zúccaro dijo que si los vecinos querían asfalto, había que aceptar el pedido de los emprendimientos para venderles —casi regalarles— las calles; de otro modo, las obras tendrían que seguir esperando. Para suavizar la depredación al patrimonio público, el gobierno aseguró que los countries pagarían al contado, y que el 100 por ciento del dinero se destinaría a financiar obra pública. La esquiva realidad muestra que hasta ahora ingresó menos del 10 por ciento del total, y al intendente lo único que se lo vio inaugurar fueron algunas cuadras de entoscado.

A un año de gobierno, vale recordar las palabras del ex Presidente Juan Domingo Perón, al afirmar que "mejor que decir es hacer, y mejor que prometer es realizar".

Un año en campaña

A un año de gobierno, sería conveneinte que el intendente deje de lado la campaña y se ponga a gobernar; las necesidades del distrito son demasiado grandes como para pretender resolverlas con discursos.

La realidad, esa única verdad señalada por Juan Domingo Perón, suele percibirse individualmente de acuerdo a nuestras propias creencias. En estos doce meses de gobierno, Zúccaro a sabido imponer su propia realidad, que sostiene con promesas en las que gran parte de la sociedad quiere creer, como una manera de poder sostener sus deseos y justificar sus frustraciones colectivas.

“Gestión” fue la llave mágica que abrió la puerta a un camino que la mayoría de los pilarenses quisieron seguir. Una vez adoptada, la falsa premisa se fue consolidando a fuerza de gestos, comunicados siempre con altisonancia por algunos medios de prensa locales, tan complacientes como lo fueran sus necesidades financieras.

Hoy sólo se encuentran gestiones elogiables en algunas áreas periféricas (por los recursos que se le asignan) como Cultura o Deportes. Pero las áreas que constituyen el núcleo de la estructura municipal, como Obras y Servicios Públicos, o Salud, no encuentran el rumbo, y prometen resultados a condición de que llueva el maná del Banco Mundial.

La Pesada Herencia
Su primera excusa como intendente no tuvo nada de original, al afirmar que había recibido una “pesada herencia” (legado que a él contribuyó a generar, tras haber sido concejal durante doce años). Dijo que con los 1.700 empleados con los que Bivort le dejó el municipio sobraba gente, que la planta estaba “sobredimensionada”; entonces despidió a unos 300 empleados... para luego incorporar a casi mil. Para colmo de males, dejó de lado el ingreso por concurso, mecanismo que permite escoger a los mejores para cada puesto —y no a los más amigos—, pero que impide pagar los favores políticos de campaña. Hoy el municipio cuenta con unas 2.300 personas, cuyos sueldos nos cuestan a todos el equivalente a cien cuadras de asfalto con cordón-cuneta al año. Cuando finalicen los treinta y seis meses que a Zúccaro le quedan para irse, habrá gastado en nuevos sueldos el equivalente a unas trescientas cuadras de asfalto.
Mientras tanto, los vecinos más humildes se preguntan hoy cómo era posible hace dos décadas administrar el municipio, prestar servicios de iluminación, agua corriente y cloacas, asfaltar calles y recoger la basura con sólo 482 empleados.

Reforma Tributaria
Otro eje de la gestión de Zúccaro, la reforma tributaria, puso a Pilar en la tapa del matutino La Nación: “Los impuestos suben en Pilar hasta 1140 por ciento”; semejante aumento, como era de esperar, incrementó la presión tributaria sobre el magro treinta por ciento de contribuyentes que todavía cumplen con sus obligaciones; ¿y el 70% de morosos? bien, gracias; sobre ellos, el Secretario de Hacienda aseguró en una conferencia que "si llegan a pagar aunque sea una cuota, ahí los agarramos" (sería deseable una mayor dosis de "inteligencia recaudatoria").

En el verano pasado el gobierno dijo que éramos rehenes de Tecsa –la empresa que se encargaba de la recaudación— y que el contrato era insostenible, por lo cual lo rescindiría; y aunque la Defensora del Pueblo le recomendó al intendente que hiciera uso de las facultades otorgadas por la Ley de Emergencia Económica, resolviendo el contrato sin pagar indemnización alguna, Zúccaro terminó pagándole con nuestro dinero más de tres millones de pesos.


Transparencia
Por entonces, y a fin de satisfacer los reclamos de transparencia, Zúccaro anunció la creación de la Oficina Anticorrupción municipal que tendría como propósito brindar transparencia a la gestión del gobierno. Se esperaba que en poco tiempo comenzara a funcionar; la realidad es que hoy no funciona, y tampoco funcionará el año venidero, porque -justifica- no se le asignó partida en el presupuesto.

En abril de 2004, confiados en que valía la pena ofrecerle al gobierno herramientas para que se ponga de cara a la sociedad, un grupo de vecinos de la Asociación ProPilar presentamos un proyecto de Ordenanza de Acceso a la Información, para que cualquier vecino pudiera solicitar y recibir información municipal; hoy, a ocho meses de entonces, el proyecto ni siquiera fue debatido. Otra desilusión, porque el acceso irrestricto a la información pública es una vacuna contra la corrupción, un remedio al “roban pero hacen”. Porque, huelga decirlo, necesitamos gobiernos que hagan, pero que además no nos roben.

Obras y Servicios
En junio pasado, la primera plana de El Diario afirmaba “Un equipo de expertos diseña el transporte que viene”; en el desarrollo de la noticia, Zúccaro decía que para fin de año todo estaría regularizado, y agregaba que “se acabó eso de emparchar los problemas; durante muchísimos años se trabajó sin un plan estratégico y en esta licitación tenemos la oportunidad de hacerlo para los próximos diez años”. Nada podemos decir de la calidad de "expertos" del equipo contratado por el municipio, pero considerando que las cosas están hoy como entonces, sí podemos afirmar que les está llevando más tiempo del que tardó el General Alais en llegar a Monte Caseros, en las Pascuas de 1987.

Con la venta de calles públicas a cuatro countries, se volvió a utilizar la propuesta extorsiva con la que se rescindió el contrato con Tecsa: Zúccaro dijo que si los vecinos querían asfalto, había que aceptar el pedido de los emprendimientos para venderles —casi regalarles— las calles; de otro modo, las obras tendrían que seguir esperando. Para suavizar la depredación al patrimonio público, el gobierno aseguró que los countries pagarían al contado, y que el 100 por ciento del dinero se destinaría a financiar obra pública. La esquiva realidad muestra que hasta ahora ingresó menos del 10 por ciento del total, y al intendente lo único que se lo vio inaugurar fueron algunas cuadras de entoscado.

A un año de gobierno, vale recordar las palabras del ex Presidente Juan Domingo Perón, al afirmar que "mejor que decir es hacer, y mejor que prometer es realizar".

viernes, 10 de diciembre de 2004

Carta Abierta

(PILAR DE TODOS, 10/12/2004)

A los que no se meten en política
A los que descreen de la política
A los que están convencidos de que la política no es para ellos
A los que están convencidos de que los políticos son todos iguales

Estimado amigo,

Te agradezco muchísimo que te tomes el tiempo para leer esta carta.
Posiblemente coincida con tu diagnóstico de porqué estamos cómo estamos; pienso distinto a vos en las acciones que hay que tomar para que esa realidad sea menos trágica.

Creo que hay que criticar "de frente", y ser sincero con respecto a las cosas que vemos mal, aunque entiendo que te puede aburrir leer mis opiniones y propuestas. Quizás tu desengaño, como el de muchos, sea con los partidos políticos y no con "la política".

Personalmente creo que la manera de cambiar la realidad es precisamente actuando en política, entendiéndola como una herramienta para acceder al poder democráticamente, y desde esa posición, impulsar los cambios que -coincidirás conmigo- se requieren (la otra alternativa es acceder al poder por la fuerza, como algunos añoran, o sumarse a un partido "tradicional" para llegar rápido).

Pero si los que nos consideramos honestos nos quedamos mirando la realidad por tele, le estaremos dejando el lugar a "los Zúccaro" (no es nada personal, pero digo "los Zúccaro" como forma de referirme a la clase de personajes a los vos te referís cuando decís que todos los políticos son iguales), que durante demasiados años de sus vidas viveron de "la política" (o sea, de todos nosotros); porque para bien o para mal, siempre alguien nos gobierna (afortunadamente).

En mi caso, sabrás que trabajo en relación de dependencia desde los 14 años (hoy tengo 42), de modo que nunca necesité acercarme a "la política" para vivir; y más allá del partido político al que pertenezca, pretendo actuar en un espacio que sea profundamente democrático (y no en uno en el que cuando llegan las elecciones internas se pongan de acuerdo entre dos o tres para "acordar" quien será el jefe, o que cuando llegan las generales se arreglan para acomodarse en una lista que a menudo da miedo): y además, ese espacio al que aspiro debe tener (como bien lo señalás vos) el ojo puesto en las "cosas importantes": la pobreza, la marginación, la falta de servicios públicos, el desempleo, la inseguridad, etc., etc.

Claro que además "del ojo puesto en...", se requieren RECURSOS, y esos recursos son precisamente los que este gobierno, y otros, malgastan en pagar favores políticos, cuando no cosas peores. Por eso, en la medida en que a través de notas de opinión, charlas personales, e-mails, o lo que sea, tengamos la capacidad de dialogar y pensar porqué nos pasa como sociedad lo que nos pasa, y debatir como podríamos mejorarlo, estaremos un poco más cerca de lograr que las cosas cambien.

Por supuesto que sería mucho más fácil (y menos esforzado) hablar con algunas personas y empresas (a menudo concesionarias de servicios públicos), y pedirles una "ayuda" para la campaña; el problema es que después los "favores" se devuelven.

El otro camino, el que yo elejí, el de decir mi verdad por los medios que tenga a mi alcance, NO ES IGUAL al que elijen "los Zúccaro": es muchísimo más largo y sacrificado, pero, ¿sabés qué? a la noche llego al barrio y miro a mis vecinos y a mi familia a los ojos, y le agradezco a Dios y a mis padres que me hayan puesto en la senda en la que estoy.

¡No te conformes con eso de que "son todos iguales", o "la política no es para mí"!. Como dijo Almafuerte, "No te des por vencido ni aun vencido". Involucrate, participá; no olvides nunca que nuestro país sufrió (y sufre hoy) mucho por culpa de los que no se involucran nunca en nada.
Te mando un abrazo y cuando nos veamos personalmente seguimos la charla.

Carta Abierta

(PILAR DE TODOS, 10/12/2004)

A los que no se meten en política
A los que descreen de la política
A los que están convencidos de que la política no es para ellos
A los que están convencidos de que los políticos son todos iguales

Estimado amigo,

Te agradezco muchísimo que te tomes el tiempo para leer esta carta.
Posiblemente coincida con tu diagnóstico de porqué estamos cómo estamos; pienso distinto a vos en las acciones que hay que tomar para que esa realidad sea menos trágica.

Creo que hay que criticar "de frente", y ser sincero con respecto a las cosas que vemos mal, aunque entiendo que te puede aburrir leer mis opiniones y propuestas. Quizás tu desengaño, como el de muchos, sea con los partidos políticos y no con "la política".

Personalmente creo que la manera de cambiar la realidad es precisamente actuando en política, entendiéndola como una herramienta para acceder al poder democráticamente, y desde esa posición, impulsar los cambios que -coincidirás conmigo- se requieren (la otra alternativa es acceder al poder por la fuerza, como algunos añoran, o sumarse a un partido "tradicional" para llegar rápido).

Pero si los que nos consideramos honestos nos quedamos mirando la realidad por tele, le estaremos dejando el lugar a "los Zúccaro" (no es nada personal, pero digo "los Zúccaro" como forma de referirme a la clase de personajes a los vos te referís cuando decís que todos los políticos son iguales), que durante demasiados años de sus vidas viveron de "la política" (o sea, de todos nosotros); porque para bien o para mal, siempre alguien nos gobierna (afortunadamente).

En mi caso, sabrás que trabajo en relación de dependencia desde los 14 años (hoy tengo 42), de modo que nunca necesité acercarme a "la política" para vivir; y más allá del partido político al que pertenezca, pretendo actuar en un espacio que sea profundamente democrático (y no en uno en el que cuando llegan las elecciones internas se pongan de acuerdo entre dos o tres para "acordar" quien será el jefe, o que cuando llegan las generales se arreglan para acomodarse en una lista que a menudo da miedo): y además, ese espacio al que aspiro debe tener (como bien lo señalás vos) el ojo puesto en las "cosas importantes": la pobreza, la marginación, la falta de servicios públicos, el desempleo, la inseguridad, etc., etc.

Claro que además "del ojo puesto en...", se requieren RECURSOS, y esos recursos son precisamente los que este gobierno, y otros, malgastan en pagar favores políticos, cuando no cosas peores. Por eso, en la medida en que a través de notas de opinión, charlas personales, e-mails, o lo que sea, tengamos la capacidad de dialogar y pensar porqué nos pasa como sociedad lo que nos pasa, y debatir como podríamos mejorarlo, estaremos un poco más cerca de lograr que las cosas cambien.

Por supuesto que sería mucho más fácil (y menos esforzado) hablar con algunas personas y empresas (a menudo concesionarias de servicios públicos), y pedirles una "ayuda" para la campaña; el problema es que después los "favores" se devuelven.

El otro camino, el que yo elejí, el de decir mi verdad por los medios que tenga a mi alcance, NO ES IGUAL al que elijen "los Zúccaro": es muchísimo más largo y sacrificado, pero, ¿sabés qué? a la noche llego al barrio y miro a mis vecinos y a mi familia a los ojos, y le agradezco a Dios y a mis padres que me hayan puesto en la senda en la que estoy.

¡No te conformes con eso de que "son todos iguales", o "la política no es para mí"!. Como dijo Almafuerte, "No te des por vencido ni aun vencido". Involucrate, participá; no olvides nunca que nuestro país sufrió (y sufre hoy) mucho por culpa de los que no se involucran nunca en nada.
Te mando un abrazo y cuando nos veamos personalmente seguimos la charla.

jueves, 9 de diciembre de 2004

Depredadores

La semana pasada, en la cena anual de la Fundación Por Pilar, el gobernador Solá dijo que Pilar "está lleno de oportunidades y peligros". La tragedia que encierra esta paradoja es que en nuestro distrito, todas las oportunidades están de un lado, y los peligros, del otro.

Hace 21 años, cuando retornaba la Democracia, el entonces Intendente de Pilar, "Luiso" Lagomarsino, iba grabando su nombre en el corazón de los vecinos más humildes a fuerza de capacidad de trabajo, austeridad y pasión por ayudar a los más humildes: "me podrán echar por muchas cosas, pero nunca por ladrón", solía decir.
Han pasado más de dos décadas, y el recuerdo de "Luiso" por momentos se agiganta; los más humildes se preguntan hoy cómo era posible administrar el municipio en aquel entonces, prestar servicios de iluminación, agua corriente y cloacas, asfaltar calles y recoger la basura con sólo 482 empleados. No entienden cómo, a pesar de ser uno de los distritos que más inversiones recibió en todos estos años, la calle en la que viven siga siendo de tierra, y el que ahora ocupa el sillón del Alcalde Lorenzo López se reconforte inaugurando algún que otro entoscado, o reinaugurando por enésima vez el Hospital Falcón de Del Viso.
Haciendo una simple extrapolación, si en 1980 éramos ochenta y cuatro mil almas, y hoy somos doscientos treinta y dos mil -2,8 veces más- el municipio debería contar con mil trescientos cincuenta empleados, pero tiene exactamente mil empleados más; y ello sin considerar que ahora hay cientos de empleados que trabajan por fuera de la planta municipal, en los servicios concesionados de recolección de residuos, mantenimiento del alumbrado público, y agua corriente y cloacas.
En 1980 teníamos menos de cuarenta urbanizaciones cerradas; hoy rondan las doscientas, que también es la cifra de industrias radicadas en el partido.
Sin embargo, semejante nivel de inversiones nunca llegó a beneficiar a los más pobres. La connivencia de funcionarios inescrupulosos junto con inversores ávidos de seguir llenando sus bolsillos, lograron que la copa nunca se derrame sobre los desposeídos de esta tierra; los "unos" han conformado una asociación que tiene como objetivo "diseñar el Pilar del futuro" y acaparar todas las oportunidades, mientras que los "otros", los excluídos, van asistiendo azorados a una realidad en la que lo único que abunda son los peligros, y que les niega hasta el derecho de acceder a los espacios públicos, esos que deberían servir como elemento de integración y equidad.
Pilar tiene decenas de cursos de agua, pero salvo alguna que otra excepción, ¿cuál de ellos está a la mano de cualquiera para llevar a sus hijos a pescar?. Haga el lector la prueba, y comprobará que no es fácil; día a día son más las calles que van dejando de ser bienes públicos para venderse, y ni siquiera al "mejor postor", porque normalmente el gobierno las entrega por venta directa.
"Con la venta de las calles haremos asfaltos", dijo Zúccaro, pero el presupuesto aprobado para el año que viene lo desmiente. En 2005 no habrá dinero para asfaltos, salvo que alguna extraña conjunción de astros derrame sobre el municipio fondos provenientes de la Provincia, de la Nación, o de algún esquivo organismo multilateral de crédito.
"Nadie miente tanto como el que sabe que no va a cumplir": si Zúccaro hubiera querido garantizar que el destino del dinero que ingresaría por la venta de calles públicas sería el de hacer asfaltos, hubiera constituido un fondo fiduciario, para que su propio gobierno no tenga ni la chequera ni la Banelco; porque -se sabe- nadie gasta peor que aquél que decide, como él, en qué gastar la plata de otros.
En los municipios realmente de "puertas abiertas", y participativos, son los propios vecinos los que deciden cuáles son sus prioridades mediante el debate del presupuesto participativo. En los otros, el destino de los recursos es, como afirmó en una charla el Secretario de Hacienda de Zúccaro, "una formalidad".

Depredadores

La semana pasada, en la cena anual de la Fundación Por Pilar, el gobernador Solá dijo que Pilar "está lleno de oportunidades y peligros". La tragedia que encierra esta paradoja es que en nuestro distrito, todas las oportunidades están de un lado, y los peligros, del otro.

Hace 21 años, cuando retornaba la Democracia, el entonces Intendente de Pilar, "Luiso" Lagomarsino, iba grabando su nombre en el corazón de los vecinos más humildes a fuerza de capacidad de trabajo, austeridad y pasión por ayudar a los más humildes: "me podrán echar por muchas cosas, pero nunca por ladrón", solía decir.
Han pasado más de dos décadas, y el recuerdo de "Luiso" por momentos se agiganta; los más humildes se preguntan hoy cómo era posible administrar el municipio en aquel entonces, prestar servicios de iluminación, agua corriente y cloacas, asfaltar calles y recoger la basura con sólo 482 empleados. No entienden cómo, a pesar de ser uno de los distritos que más inversiones recibió en todos estos años, la calle en la que viven siga siendo de tierra, y el que ahora ocupa el sillón del Alcalde Lorenzo López se reconforte inaugurando algún que otro entoscado, o reinaugurando por enésima vez el Hospital Falcón de Del Viso.
Haciendo una simple extrapolación, si en 1980 éramos ochenta y cuatro mil almas, y hoy somos doscientos treinta y dos mil -2,8 veces más- el municipio debería contar con mil trescientos cincuenta empleados, pero tiene exactamente mil empleados más; y ello sin considerar que ahora hay cientos de empleados que trabajan por fuera de la planta municipal, en los servicios concesionados de recolección de residuos, mantenimiento del alumbrado público, y agua corriente y cloacas.
En 1980 teníamos menos de cuarenta urbanizaciones cerradas; hoy rondan las doscientas, que también es la cifra de industrias radicadas en el partido.
Sin embargo, semejante nivel de inversiones nunca llegó a beneficiar a los más pobres. La connivencia de funcionarios inescrupulosos junto con inversores ávidos de seguir llenando sus bolsillos, lograron que la copa nunca se derrame sobre los desposeídos de esta tierra; los "unos" han conformado una asociación que tiene como objetivo "diseñar el Pilar del futuro" y acaparar todas las oportunidades, mientras que los "otros", los excluídos, van asistiendo azorados a una realidad en la que lo único que abunda son los peligros, y que les niega hasta el derecho de acceder a los espacios públicos, esos que deberían servir como elemento de integración y equidad.
Pilar tiene decenas de cursos de agua, pero salvo alguna que otra excepción, ¿cuál de ellos está a la mano de cualquiera para llevar a sus hijos a pescar?. Haga el lector la prueba, y comprobará que no es fácil; día a día son más las calles que van dejando de ser bienes públicos para venderse, y ni siquiera al "mejor postor", porque normalmente el gobierno las entrega por venta directa.
"Con la venta de las calles haremos asfaltos", dijo Zúccaro, pero el presupuesto aprobado para el año que viene lo desmiente. En 2005 no habrá dinero para asfaltos, salvo que alguna extraña conjunción de astros derrame sobre el municipio fondos provenientes de la Provincia, de la Nación, o de algún esquivo organismo multilateral de crédito.
"Nadie miente tanto como el que sabe que no va a cumplir": si Zúccaro hubiera querido garantizar que el destino del dinero que ingresaría por la venta de calles públicas sería el de hacer asfaltos, hubiera constituido un fondo fiduciario, para que su propio gobierno no tenga ni la chequera ni la Banelco; porque -se sabe- nadie gasta peor que aquél que decide, como él, en qué gastar la plata de otros.
En los municipios realmente de "puertas abiertas", y participativos, son los propios vecinos los que deciden cuáles son sus prioridades mediante el debate del presupuesto participativo. En los otros, el destino de los recursos es, como afirmó en una charla el Secretario de Hacienda de Zúccaro, "una formalidad".

miércoles, 1 de diciembre de 2004

Patrañas

Refiriéndose a la incompatibilidad del titular de la Unidad Ejecutora de Políticas Estratégicas (UEPE) de la comuna por ser "juez y parte" en la negociación por la venta de calles de los countries, el Jefe de Gabinete Osvaldo Pugliese afirmó el martes por FM Plaza que "decir que la función del Ingeniero Gutiérrez es incompatible, son patrañas".

Es sabido que en el gobierno local Pugliese es a Zúccaro lo que "los Fernández" son a Kirchner: un "explicador" oficial. Pero pretender convencer de que los hechos son distintos a como en realidad son, es subestimar la capacidad de nosotros los ciudadanos.
El acuerdo entre los countries y el gobierno tuvo como interlocutor exclusivo por parte del municipio a Eduardo Gutiérrez, quien es a la vez presidente de varias empresas de construcciones públicas y privadas, titular de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos.
La ley Orgánica de las Municipalidades establece que "no se admitirán como miembros de la Municipalidad los que directa o indirectamente estén interesados en algún contrato en el que la Municipalidad sea parte". Si esta inhabilidad fuera poco, también la Ley de Ética Pública establece que es incompatible con el ejercicio de la función pública "dirigir, administrar, representar, patrocinar, asesorar, o de cualquier otra forma prestar servicios a quien gestione o tenga una concesión o sea proveedor del Estado, o realice actividades reguladas por éste, siempre que el cargo público desempeñado tenga competencia funcional directa respecto de la contratación, obtención, gestión o control de tales concesiones, beneficios o actividades".
Zúccaro debería conocer (y Pugliese como su jefe de gabinete y abogado también) que designar a Gutiérrez como titular de la UEPE, y ponerlo a negociar la venta de calles, es poner al zorro a cuidar las ovejas; el conflicto de intereses es absoluto; y por lo tanto, inadmisible.

Otra vez el Concejo
También los concejales, que hoy jueves se aprestan a aprobar el convenio, deberían enterarse que asumirán la responsabilidad no sólo política, sino también administrativa, civil y penal en caso de convalidarlo.
Por otro lado, tanto la prensa como la oposición dentro del deliberativo le han solicitado al ejecutivo copia del convenio suscrito. También yo lo he solicitado. No hubo respuesta ninguna; o quizás esa haya sido la respuesta: al no informar ampliamente sobre las características de lo convenido, es de suponer que no favorece al interés general, sino a intereses particulares.
La doctrina referida a la venta de calles dice que si bien no poseen un "valor de mercado", se toma un promedio del valor de la tierra libre de mejoras, que en el caso de los 4 countries del acuerdo, está cerca de los 100 dólares por metro cuadrado, ¡contra los menos de 3 dólares que se acordaron!.

La gran estafa
A los vecinos de la calle Derqui, arteria que hasta ahora une la Ruta 8 con la colectora de Panamericana entre el Country Mapuche y su campo de deportes, no les irá bien: el municipio decidió vender unas cuadras de dicha calle al country, de modo que los vecinos no podrán utilizarla; para llegar a Panamericana, deberán hacer unas cuantas cuadras más. Y aunque el propio Zúccaro les prometió que asfaltarán su calle, hoy de tierra, ellos sospechan que la calle Derqui se transformará en la entrada de servicio de Mapuche, agrediéndolos con un incesante tránsito de camiones y vehículos que hoy no sufren.
Algo similar ocurrirá en Manuel Alberti, en donde Pugliese aseguró que se realizarían obras con un 20% de lo aportado por el country Tortugas, pero las prioridades de dichos trabajos no serán establecidas por la propia comunidad en función de sus intereses, sino que las establecerá el propio country.
¿Y el 80% restante de lo que se recaude?: el gobierno dijo que será exclusivamente destinado a la obra pública; sin embargo, analizando la ampliación presupuestaria, es un hecho que el dinero se destinará casi en su totalidad a pagar los sueldos de los nuevos empleados que esta gestión incorporó.
En síntesis, hoy tenemos calles internas y externas que son del dominio público; mañana, cuando el dinero obtenido por la venta de calles se haya malgastado, y tengamos que seguir pagando los sueldos de la engrosada planta comunal, sólo tendremos más deuda pública.
Y eso, en palabras de Thomas Jefferson, es una estafa.

Patrañas

Refiriéndose a la incompatibilidad del titular de la Unidad Ejecutora de Políticas Estratégicas (UEPE) de la comuna por ser "juez y parte" en la negociación por la venta de calles de los countries, el Jefe de Gabinete Osvaldo Pugliese afirmó el martes por FM Plaza que "decir que la función del Ingeniero Gutiérrez es incompatible, son patrañas".

Es sabido que en el gobierno local Pugliese es a Zúccaro lo que "los Fernández" son a Kirchner: un "explicador" oficial. Pero pretender convencer de que los hechos son distintos a como en realidad son, es subestimar la capacidad de nosotros los ciudadanos.
El acuerdo entre los countries y el gobierno tuvo como interlocutor exclusivo por parte del municipio a Eduardo Gutiérrez, quien es a la vez presidente de varias empresas de construcciones públicas y privadas, titular de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos.
La ley Orgánica de las Municipalidades establece que "no se admitirán como miembros de la Municipalidad los que directa o indirectamente estén interesados en algún contrato en el que la Municipalidad sea parte". Si esta inhabilidad fuera poco, también la Ley de Ética Pública establece que es incompatible con el ejercicio de la función pública "dirigir, administrar, representar, patrocinar, asesorar, o de cualquier otra forma prestar servicios a quien gestione o tenga una concesión o sea proveedor del Estado, o realice actividades reguladas por éste, siempre que el cargo público desempeñado tenga competencia funcional directa respecto de la contratación, obtención, gestión o control de tales concesiones, beneficios o actividades".
Zúccaro debería conocer (y Pugliese como su jefe de gabinete y abogado también) que designar a Gutiérrez como titular de la UEPE, y ponerlo a negociar la venta de calles, es poner al zorro a cuidar las ovejas; el conflicto de intereses es absoluto; y por lo tanto, inadmisible.

Otra vez el Concejo
También los concejales, que hoy jueves se aprestan a aprobar el convenio, deberían enterarse que asumirán la responsabilidad no sólo política, sino también administrativa, civil y penal en caso de convalidarlo.
Por otro lado, tanto la prensa como la oposición dentro del deliberativo le han solicitado al ejecutivo copia del convenio suscrito. También yo lo he solicitado. No hubo respuesta ninguna; o quizás esa haya sido la respuesta: al no informar ampliamente sobre las características de lo convenido, es de suponer que no favorece al interés general, sino a intereses particulares.
La doctrina referida a la venta de calles dice que si bien no poseen un "valor de mercado", se toma un promedio del valor de la tierra libre de mejoras, que en el caso de los 4 countries del acuerdo, está cerca de los 100 dólares por metro cuadrado, ¡contra los menos de 3 dólares que se acordaron!.

La gran estafa
A los vecinos de la calle Derqui, arteria que hasta ahora une la Ruta 8 con la colectora de Panamericana entre el Country Mapuche y su campo de deportes, no les irá bien: el municipio decidió vender unas cuadras de dicha calle al country, de modo que los vecinos no podrán utilizarla; para llegar a Panamericana, deberán hacer unas cuantas cuadras más. Y aunque el propio Zúccaro les prometió que asfaltarán su calle, hoy de tierra, ellos sospechan que la calle Derqui se transformará en la entrada de servicio de Mapuche, agrediéndolos con un incesante tránsito de camiones y vehículos que hoy no sufren.
Algo similar ocurrirá en Manuel Alberti, en donde Pugliese aseguró que se realizarían obras con un 20% de lo aportado por el country Tortugas, pero las prioridades de dichos trabajos no serán establecidas por la propia comunidad en función de sus intereses, sino que las establecerá el propio country.
¿Y el 80% restante de lo que se recaude?: el gobierno dijo que será exclusivamente destinado a la obra pública; sin embargo, analizando la ampliación presupuestaria, es un hecho que el dinero se destinará casi en su totalidad a pagar los sueldos de los nuevos empleados que esta gestión incorporó.
En síntesis, hoy tenemos calles internas y externas que son del dominio público; mañana, cuando el dinero obtenido por la venta de calles se haya malgastado, y tengamos que seguir pagando los sueldos de la engrosada planta comunal, sólo tendremos más deuda pública.
Y eso, en palabras de Thomas Jefferson, es una estafa.

martes, 23 de noviembre de 2004

Soborno

Si todos somos iguales ante la ley ¿porqué a algunos "amigos de la casa" el gobierno les arregla todo para hacer negocios millonarios, y a otros no les arregla ni siquiera las calles?. El barro cubre todo, menos algo: la incapacidad para administrar con eficiencia, que se desnuda día a día y va quedando a la vista de todos.

Nuestro sistema de Democracia representativa permite que la voluntad popular, expresada a través del voto, coloque en el gobierno a quienes los ciudadanos consideramos mejor. Así, hace más de un año, la voluntad mayoritaria puso a Humberto Zúccaro al frente del municipio. Con más gestos que gestión, el jefe comunal atendió cada uno de los conflictos que se le presentaban en las distintas localidades del Partido, prometiendo siempre más de lo que haría. Siempre. ¿No pensó acaso que generar tantas expectativas se le volvería en contra? Posiblemente sí, pero sus 12 años de experiencia como Concejal lo deben haber convencido que las demandas de la gente suelen ser inestables, pasando del "que se vayan todos" al apoyo decidido a quienes como él, representan "más de lo mismo". Claro que si pensó así, se equivocó, porque siempre hay en la sociedad un nivel de exigencias básicas que debe ser satisfecho por el gobierno: para eso está. Poco les interesa a los vecinos de la calle Oliden, condenados por la incapacidad del gobierno a vivir en el barro, que Zúccaro se justifique diciendo que no tiene plata. Ellos, como otros miles de ciudadanos de Pilar, ven cómo se gasta la plata de todos: en pagar millones a los nuevos funcionarios y empleados, miles de pesos a los artistas en las fiestas patronales, y cientos de miles de pesos en alquileres. El barro cubre todo, menos algo: la incapacidad para administrar con eficiencia, que se desnuda día a día y va quedando a la vista de todos.

Lo tuyo es mío
Hace poco tiempo el Director de la Unidad Ejecutora de Políticas Estratégicas, Eduardo Gutiérrez, presentó un expediente en el municipio a través de la empresa Pinazo S.A. solicitando la compra de más de once mil metros cuadrados de calles públicas; por tratarse de un "amigo de la casa", el funcionario consiguió que el trámite avanzara a la velocidad de la luz: emulando la creación del Universo, a Zúccaro le llevó sólo siete días firmar el decreto reglamentario para que las calles que anhelaba Gutiérez pasaran del dominio público al suyo propio.

Para que la operación no resultara tan descarada, los honorables concejales agregaron un artículo al final de la Ordenanza por el que se le que obligaba a que "los fondos obtenidos... serán afectados de modo exclusivo a las obras de la calle Saraví de la localidad de La Lonja, y Oliden en la localidad de Del Viso, ésta última de forma prioritaria".

Dos meses después, la cuenta bancaria de la Municipalidad recibió un depósito por los frutos de la venta: casi un cuarto de millón de pesos; ésa fue la última vez que se vio el dinero, porque por la calle Oliden, no apareció... hasta que los vecinos dijeron "estamos hartos", y advirtieron que cortarían la Ruta 26 en reclamo por lo que consideraban una estafa.

Hay plata
Hoy, a pocas semanas de la movilización que efectuaron, los vecinos del Barrio Alvez no pueden creer lo que ven: "están dando vuelta la calle", comentó un vecino graficando el arreglo de la calzada que encaró la municipalidad. Es lo que deberían haber hecho hace tiempo.
El intendente no debería esperar a que los problemas -que sin duda siempre los hay, y los habrá- se transformen en conflictos graves. Porque si ante el reclamo de la comunidad y la consecuente reacción -por cierto tardía- del intendente Zúccaro, aparecieron los recursos para arreglar la calle Oliden ¿porqué no lo hicieron antes? ¿cuál es el mensaje que envía el gobierno?. Parece que dijera "no importa cuán postergadas estén las localidades, sino el grado de paciencia que les quede a los vecinos". Mientras no se quejen, que aguanten.

Hay más plata
Para compensar la falta de respuestas, Zúccaro les prometió a los quejosos que además del arreglo de la calle Oliden, otorgaría un subsidio municipal a la sociedad de fomento del Barrio Alvez, que los agrupa.
Algunos vecinos se sintieron sobornados. ¿Es razonable que la relación entre la sociedad y el gobierno sea "clientelar"?. Creo que no.
Por mi parte, aspiro a vivir en una comunidad de ciudadanos plenos de derechos en vez de clientes, de vecinos a quienes el gobierno trate con respeto y sobre todo con equidad. Porque si todos somos iguales ante la ley ¿porqué a algunos "amigos de la casa" el gobierno les arregla todo para hacer negocios millonarios, y a otros no les arregla ni siquiera las calles?.
Sí, todos somos iguales ante la ley, pero ante el gobierno de Zúccaro, algunos son más "iguales" que otros.

Soborno

Si todos somos iguales ante la ley ¿porqué a algunos "amigos de la casa" el gobierno les arregla todo para hacer negocios millonarios, y a otros no les arregla ni siquiera las calles?. El barro cubre todo, menos algo: la incapacidad para administrar con eficiencia, que se desnuda día a día y va quedando a la vista de todos.

Nuestro sistema de Democracia representativa permite que la voluntad popular, expresada a través del voto, coloque en el gobierno a quienes los ciudadanos consideramos mejor. Así, hace más de un año, la voluntad mayoritaria puso a Humberto Zúccaro al frente del municipio. Con más gestos que gestión, el jefe comunal atendió cada uno de los conflictos que se le presentaban en las distintas localidades del Partido, prometiendo siempre más de lo que haría. Siempre. ¿No pensó acaso que generar tantas expectativas se le volvería en contra? Posiblemente sí, pero sus 12 años de experiencia como Concejal lo deben haber convencido que las demandas de la gente suelen ser inestables, pasando del "que se vayan todos" al apoyo decidido a quienes como él, representan "más de lo mismo". Claro que si pensó así, se equivocó, porque siempre hay en la sociedad un nivel de exigencias básicas que debe ser satisfecho por el gobierno: para eso está. Poco les interesa a los vecinos de la calle Oliden, condenados por la incapacidad del gobierno a vivir en el barro, que Zúccaro se justifique diciendo que no tiene plata. Ellos, como otros miles de ciudadanos de Pilar, ven cómo se gasta la plata de todos: en pagar millones a los nuevos funcionarios y empleados, miles de pesos a los artistas en las fiestas patronales, y cientos de miles de pesos en alquileres. El barro cubre todo, menos algo: la incapacidad para administrar con eficiencia, que se desnuda día a día y va quedando a la vista de todos.

Lo tuyo es mío
Hace poco tiempo el Director de la Unidad Ejecutora de Políticas Estratégicas, Eduardo Gutiérrez, presentó un expediente en el municipio a través de la empresa Pinazo S.A. solicitando la compra de más de once mil metros cuadrados de calles públicas; por tratarse de un "amigo de la casa", el funcionario consiguió que el trámite avanzara a la velocidad de la luz: emulando la creación del Universo, a Zúccaro le llevó sólo siete días firmar el decreto reglamentario para que las calles que anhelaba Gutiérez pasaran del dominio público al suyo propio.

Para que la operación no resultara tan descarada, los honorables concejales agregaron un artículo al final de la Ordenanza por el que se le que obligaba a que "los fondos obtenidos... serán afectados de modo exclusivo a las obras de la calle Saraví de la localidad de La Lonja, y Oliden en la localidad de Del Viso, ésta última de forma prioritaria".

Dos meses después, la cuenta bancaria de la Municipalidad recibió un depósito por los frutos de la venta: casi un cuarto de millón de pesos; ésa fue la última vez que se vio el dinero, porque por la calle Oliden, no apareció... hasta que los vecinos dijeron "estamos hartos", y advirtieron que cortarían la Ruta 26 en reclamo por lo que consideraban una estafa.

Hay plata
Hoy, a pocas semanas de la movilización que efectuaron, los vecinos del Barrio Alvez no pueden creer lo que ven: "están dando vuelta la calle", comentó un vecino graficando el arreglo de la calzada que encaró la municipalidad. Es lo que deberían haber hecho hace tiempo.
El intendente no debería esperar a que los problemas -que sin duda siempre los hay, y los habrá- se transformen en conflictos graves. Porque si ante el reclamo de la comunidad y la consecuente reacción -por cierto tardía- del intendente Zúccaro, aparecieron los recursos para arreglar la calle Oliden ¿porqué no lo hicieron antes? ¿cuál es el mensaje que envía el gobierno?. Parece que dijera "no importa cuán postergadas estén las localidades, sino el grado de paciencia que les quede a los vecinos". Mientras no se quejen, que aguanten.

Hay más plata
Para compensar la falta de respuestas, Zúccaro les prometió a los quejosos que además del arreglo de la calle Oliden, otorgaría un subsidio municipal a la sociedad de fomento del Barrio Alvez, que los agrupa.
Algunos vecinos se sintieron sobornados. ¿Es razonable que la relación entre la sociedad y el gobierno sea "clientelar"?. Creo que no.
Por mi parte, aspiro a vivir en una comunidad de ciudadanos plenos de derechos en vez de clientes, de vecinos a quienes el gobierno trate con respeto y sobre todo con equidad. Porque si todos somos iguales ante la ley ¿porqué a algunos "amigos de la casa" el gobierno les arregla todo para hacer negocios millonarios, y a otros no les arregla ni siquiera las calles?.
Sí, todos somos iguales ante la ley, pero ante el gobierno de Zúccaro, algunos son más "iguales" que otros.

domingo, 7 de noviembre de 2004

Claro como el agua

(EL DIARIO REGIONAL) La semana pasada el Concejo aprobó el pedido de Sudamerica de Aguas para aumentar sus tarifas en un 30%. El pedido fue presentado ante el Ejecutivo, y derivado por éste al HCD.El vecinalista Tomás Petrucci apoyó la suba diciendo que el aumento "permitirá una revisión del contrato y la posibilidad del traslado de la planta depuradora", y agregó que votaba por la afirmativa teniendo en cuenta la minoría perjudicada por la medida.

No sorprende en absoluto que el Concejo apruebe una medida que perjudica directamente a toda la comunidad de Pilar. Hay que recordar que estos concejales, siempre con algunas honrosas excepciones, aprobaron el impuestazo de principios de año, que significó un aumento promedio del 80% para los mismos (siempre los mismos) tres pilarenses de cada diez que pagamos la ex-tasa de ABL municipal. Y que meses después, "solucionaron" el problema de los boliches y bailantas en el centro de Pilar sancionando en voz baja una Ordenanza que le traslada el problema a los vecinos que viven sobre la vieja Ruta 8. Y son los mismos representantes que desde hace más de 6 meses tienen cajoneado un proyecto de ordenanza de acceso a la información pública que es fundamental para prevenir hechos de corrupción y acercar la política a la gente; y que de paso, serviría para cortar la buena fortuna que parecen tener algunos ediles que suelen ganar con demasiada frecuencia en los juegos de azar.

Pesada Herencia
El Intendente sigue culpando a la deuda que heredó de su antecesor para justificar su ineficiencia. A casi un año de haber asumido, debería preocuparse de gobernar para los vecinos y no para los intereses de algunos grupos de presión.
Recordemos que además de la deuda, el gobierno de Zúccaro heredó un saludable mecanismo de ingreso a la administración pública por concurso de antecedentes, que supo dejar de lado para poder incorporar a 600 (o quizás muchos más) empleados, quienes en su mayoría vieron recompensado así tanto esfuerzo de campaña.

También recibió el antecedente de una muy positiva audiencia pública convocada por Bivort para tratar precisamente el contrato entre la Municipalidad y Sudamerican de Aguas.
Incluso Aníbal Ibarra en la Ciudad de Buenos Aires, y Martín Sabbatella en Morón, han empleado con éxito el mecanismo democrático de las audiencias públicas, cuando se trató de defender el interés de los vecinos.
En Pilar, ¿qué interés pretende defender el jefe comunal?

Extorsión
Con Tecsa, la empresa encargada de la cobranza de las tasas, desde el gobierno primero se dijo que éramos rehenes de la empresa, y que el contrato era insostenible; en consecuencia, el municipio lo rescindió y desembolsó más de 3 millones de pesos.

Con la recientemente aprobada venta de calles a algunos countries, la historia se volvió a repetir: Zúccaro dijo que si los vecinos querían asfalto, había que aceptar el pedido de los emprendimientos para venderles tierras que hasta hoy eran de toda la comunidad; de otra manera, las obras tendrían que esperar.

En el tema de Sudamericana, ahora dicen que "con estos precios, la empresa no puede garantizar la calidad del agua" y que no hay más salida que admitir un aumento del 30% en la tarifa del agua.

Si la concesionaria no pueden garantizar la calidad de su producto, y el gobierno de Zúccaro no encuentra salida, la solución es clara como el agua: rescindan el contrato, y punto, que eso está contemplado en la ley de emergencia económica a la que el intendente adhirió.

Claro como el agua

(EL DIARIO REGIONAL) La semana pasada el Concejo aprobó el pedido de Sudamerica de Aguas para aumentar sus tarifas en un 30%. El pedido fue presentado ante el Ejecutivo, y derivado por éste al HCD.El vecinalista Tomás Petrucci apoyó la suba diciendo que el aumento "permitirá una revisión del contrato y la posibilidad del traslado de la planta depuradora", y agregó que votaba por la afirmativa teniendo en cuenta la minoría perjudicada por la medida.

No sorprende en absoluto que el Concejo apruebe una medida que perjudica directamente a toda la comunidad de Pilar. Hay que recordar que estos concejales, siempre con algunas honrosas excepciones, aprobaron el impuestazo de principios de año, que significó un aumento promedio del 80% para los mismos (siempre los mismos) tres pilarenses de cada diez que pagamos la ex-tasa de ABL municipal. Y que meses después, "solucionaron" el problema de los boliches y bailantas en el centro de Pilar sancionando en voz baja una Ordenanza que le traslada el problema a los vecinos que viven sobre la vieja Ruta 8. Y son los mismos representantes que desde hace más de 6 meses tienen cajoneado un proyecto de ordenanza de acceso a la información pública que es fundamental para prevenir hechos de corrupción y acercar la política a la gente; y que de paso, serviría para cortar la buena fortuna que parecen tener algunos ediles que suelen ganar con demasiada frecuencia en los juegos de azar.

Pesada Herencia
El Intendente sigue culpando a la deuda que heredó de su antecesor para justificar su ineficiencia. A casi un año de haber asumido, debería preocuparse de gobernar para los vecinos y no para los intereses de algunos grupos de presión.
Recordemos que además de la deuda, el gobierno de Zúccaro heredó un saludable mecanismo de ingreso a la administración pública por concurso de antecedentes, que supo dejar de lado para poder incorporar a 600 (o quizás muchos más) empleados, quienes en su mayoría vieron recompensado así tanto esfuerzo de campaña.

También recibió el antecedente de una muy positiva audiencia pública convocada por Bivort para tratar precisamente el contrato entre la Municipalidad y Sudamerican de Aguas.
Incluso Aníbal Ibarra en la Ciudad de Buenos Aires, y Martín Sabbatella en Morón, han empleado con éxito el mecanismo democrático de las audiencias públicas, cuando se trató de defender el interés de los vecinos.
En Pilar, ¿qué interés pretende defender el jefe comunal?

Extorsión
Con Tecsa, la empresa encargada de la cobranza de las tasas, desde el gobierno primero se dijo que éramos rehenes de la empresa, y que el contrato era insostenible; en consecuencia, el municipio lo rescindió y desembolsó más de 3 millones de pesos.

Con la recientemente aprobada venta de calles a algunos countries, la historia se volvió a repetir: Zúccaro dijo que si los vecinos querían asfalto, había que aceptar el pedido de los emprendimientos para venderles tierras que hasta hoy eran de toda la comunidad; de otra manera, las obras tendrían que esperar.

En el tema de Sudamericana, ahora dicen que "con estos precios, la empresa no puede garantizar la calidad del agua" y que no hay más salida que admitir un aumento del 30% en la tarifa del agua.

Si la concesionaria no pueden garantizar la calidad de su producto, y el gobierno de Zúccaro no encuentra salida, la solución es clara como el agua: rescindan el contrato, y punto, que eso está contemplado en la ley de emergencia económica a la que el intendente adhirió.

sábado, 6 de noviembre de 2004

Agua bendita

(PILAR DE TODOS) Nuestros honorables concejales han concedido, una vez más, un aumento de ingresos inadmisible a un ente privado como Sudamericana. Han violado groseramente los derechos de propiedad de los contribuyentes, quienes mansamente siguen pagándoles sus sueldos y los bizcochitos de grasa, y han decidido que la única salida para resolver todos los males del servicio de agua corriente y cloacas, es apoyar el desproporcionado aumento de tarifas.

Sería bueno que entre tantos homenajes, "exitosos" Congresos de Parlamentos Municipales, reconocimientos y la mar en coche con que los ediles transcurren sus días, piensen para qué están dónde están, por qué, y por quienes.

Por si a alguno de ellos se les olvidó, me permito recordar que están para servir a la comunidad, detectando necesidades y proponiendo soluciones, la mayor de las veces en forma de Ordenanzas; y que están donde están, porque hubo ciudadanos que confiaron en ellos, los votaron, y decidieron que hoy estén trabajando como concejales en lugar de hacerlo como... (?).

En igual sentido debería pensar el Dr. Zúccaro, es decir, en gobernar con y para la comunidad, como tantas veces repite. Pero si su concepto de transparencia y participación se limita a anunciar por los medios que lamentablemente va a tener que aceptar que Sudamericana suba sus tarifas, creo que el jefe comunal tiene un concepto de "gobernar para la comunidad" un tanto particular.

Bivort lo hizo
Si usted es esa clase de lector desprevenido, que no encuentra relación entre estas renegociaciones a puertas cerradas entre el gobierno y las empresas y, entre otros problemas, el deplorable estado de las calles, empiece a buscar mejor; entérese de que cada centavo más que se transferirá de su bolsillo a la caja de la empresa concesionaria, es un centavo menos que podría destinarse a un fin más prioritario.

Las comparaciones son generalmente odiosas, pero debe saberse que ante un contrato similar, el intendente de Morón convocó a una audiencia pública en la que participaron centenares de vecinos, empresarios, dirigentes y trabajadores, y que fue presenciada además por observadores de Transparencia Internacional (una entidad que en el mundo se encarga de transparentar los mecanismos de la política para afianzar la Democracia); como resultado de ella, se confeccionó un pliego altamente consensuado, que permitió que la empresa ganadora sea un 35% más económica que la que estaba, y 17 millones de pesos más barata que la segunda mejor.

Pero para no irnos demasiado lejos en la geografía, podemos retrotraernos algunos años y recordar lo que pasó aquí mismo, en Pilar: Sergio Bivort, el antecesor de Zúccaro, también supo convocar a una audiencia pública que logró una amplia participación de la ciudadanía , y que permitió arrojar luz sobre una concesión tan importante como la de Sudamericana de Aguas.

Mejor que decir...
Austeridad, transparencia, eficiencia y participación, son atributos que más que declamarse, deben practicarse. Porque cada peso que recauda el municipio, es en teoría un peso más para destinar a mejorar las calles, los hospitales o la seguridad. Pero el dinero que los usuarios de Sudamericana tendrán que pagar de más, ¿es a cambio de qué? Quizás a cambio de que para el próximo Congreso de Parlamentos Municipales, la empresa vuelva a aportar dinero. A propósito de este aporte, sería bueno que los concejales como Carlos Olivera, que organizaron el Congreso y manejaron los fondos, en algún momento de sus vidas rindan cuentas, y digan por ejemplo cuánto aportó Sudamericana de Aguas.

HCD S.A.
El gobierno a aumentado de manera sideral su propio gasto. Que el año que viene el presupuesto aprobado por el HCD sea de 73 millones, en buen criollo quiere decir que gastarán casi el doble que el promedio del presupuesto anual de Bivort, ¿y las contraprestaciones? Bien, gracias.
Porque no nos engañemos: que hoy tengamos más de 600 (o quizás más) empleados municipales que hace un año, o que Zúccaro gaste medio millón de pesos en publicidad (5 veces más), mejora en muy poco nuestra vida, por no decir en nada.

Si Sudamericana no podía seguir operando con su actual estructura de costos, como dijo su presidente, en vez de haber ido a llorar a la municipalidad, podría pensar en otras soluciones, como aumentar sus ingresos vendiendo más productos (agua y cloacas) , o bien achicar sus costos, que es lo que hacemos usted, estimado lector, y yo, cuando con el mismo sueldo de hace uno, cuatro o diez años atrás, tenemos que seguir manteniendo nuestros hogares con dignidad, y sin la ayuda de clientes (Zúccaro-HCD), que cuando los vecinos reclamamos por algo se muestran muy duros, pero que con ciertas empresas como Sudamericana de Aguas parecen tener el sí fácil.

Agua bendita

(PILAR DE TODOS) Nuestros honorables concejales han concedido, una vez más, un aumento de ingresos inadmisible a un ente privado como Sudamericana. Han violado groseramente los derechos de propiedad de los contribuyentes, quienes mansamente siguen pagándoles sus sueldos y los bizcochitos de grasa, y han decidido que la única salida para resolver todos los males del servicio de agua corriente y cloacas, es apoyar el desproporcionado aumento de tarifas.

Sería bueno que entre tantos homenajes, "exitosos" Congresos de Parlamentos Municipales, reconocimientos y la mar en coche con que los ediles transcurren sus días, piensen para qué están dónde están, por qué, y por quienes.

Por si a alguno de ellos se les olvidó, me permito recordar que están para servir a la comunidad, detectando necesidades y proponiendo soluciones, la mayor de las veces en forma de Ordenanzas; y que están donde están, porque hubo ciudadanos que confiaron en ellos, los votaron, y decidieron que hoy estén trabajando como concejales en lugar de hacerlo como... (?).

En igual sentido debería pensar el Dr. Zúccaro, es decir, en gobernar con y para la comunidad, como tantas veces repite. Pero si su concepto de transparencia y participación se limita a anunciar por los medios que lamentablemente va a tener que aceptar que Sudamericana suba sus tarifas, creo que el jefe comunal tiene un concepto de "gobernar para la comunidad" un tanto particular.

Bivort lo hizo
Si usted es esa clase de lector desprevenido, que no encuentra relación entre estas renegociaciones a puertas cerradas entre el gobierno y las empresas y, entre otros problemas, el deplorable estado de las calles, empiece a buscar mejor; entérese de que cada centavo más que se transferirá de su bolsillo a la caja de la empresa concesionaria, es un centavo menos que podría destinarse a un fin más prioritario.

Las comparaciones son generalmente odiosas, pero debe saberse que ante un contrato similar, el intendente de Morón convocó a una audiencia pública en la que participaron centenares de vecinos, empresarios, dirigentes y trabajadores, y que fue presenciada además por observadores de Transparencia Internacional (una entidad que en el mundo se encarga de transparentar los mecanismos de la política para afianzar la Democracia); como resultado de ella, se confeccionó un pliego altamente consensuado, que permitió que la empresa ganadora sea un 35% más económica que la que estaba, y 17 millones de pesos más barata que la segunda mejor.

Pero para no irnos demasiado lejos en la geografía, podemos retrotraernos algunos años y recordar lo que pasó aquí mismo, en Pilar: Sergio Bivort, el antecesor de Zúccaro, también supo convocar a una audiencia pública que logró una amplia participación de la ciudadanía , y que permitió arrojar luz sobre una concesión tan importante como la de Sudamericana de Aguas.

Mejor que decir...
Austeridad, transparencia, eficiencia y participación, son atributos que más que declamarse, deben practicarse. Porque cada peso que recauda el municipio, es en teoría un peso más para destinar a mejorar las calles, los hospitales o la seguridad. Pero el dinero que los usuarios de Sudamericana tendrán que pagar de más, ¿es a cambio de qué? Quizás a cambio de que para el próximo Congreso de Parlamentos Municipales, la empresa vuelva a aportar dinero. A propósito de este aporte, sería bueno que los concejales como Carlos Olivera, que organizaron el Congreso y manejaron los fondos, en algún momento de sus vidas rindan cuentas, y digan por ejemplo cuánto aportó Sudamericana de Aguas.

HCD S.A.
El gobierno a aumentado de manera sideral su propio gasto. Que el año que viene el presupuesto aprobado por el HCD sea de 73 millones, en buen criollo quiere decir que gastarán casi el doble que el promedio del presupuesto anual de Bivort, ¿y las contraprestaciones? Bien, gracias.
Porque no nos engañemos: que hoy tengamos más de 600 (o quizás más) empleados municipales que hace un año, o que Zúccaro gaste medio millón de pesos en publicidad (5 veces más), mejora en muy poco nuestra vida, por no decir en nada.

Si Sudamericana no podía seguir operando con su actual estructura de costos, como dijo su presidente, en vez de haber ido a llorar a la municipalidad, podría pensar en otras soluciones, como aumentar sus ingresos vendiendo más productos (agua y cloacas) , o bien achicar sus costos, que es lo que hacemos usted, estimado lector, y yo, cuando con el mismo sueldo de hace uno, cuatro o diez años atrás, tenemos que seguir manteniendo nuestros hogares con dignidad, y sin la ayuda de clientes (Zúccaro-HCD), que cuando los vecinos reclamamos por algo se muestran muy duros, pero que con ciertas empresas como Sudamericana de Aguas parecen tener el sí fácil.

viernes, 29 de octubre de 2004

Propuestas y anuncios

(PILAR DE TODOS) Durante la campaña electoral del año pasado, todos los candidatos a intendente se cansaron de asegurar a sus descreídos interlocutores que de llegar a ganar, harían un "gobierno de puertas abiertas"y que impulsarían con ahínco la participación de la comunidad.

Con el triunfo de Humberto Zúccaro, en febrero de este año el gobierno firmó un acuerdo con la Subsecretaría de Asuntos Municipales del gobierno provincial para "mejorar la calidad de gestión" local. Con el mismo propósito, Zúccaro suscribió tambien sendos convenios con las fundaciones Grupo Innova y Cippec, ambas de reconocido prestigio en el orden nacional por elaborar estudios y propuestas vinculadas a la transparencia y a las políticas públicas.
Por aquél entonces, el intendente también impulsó la creación de una oficina anticorrupción, que controlaría el funcionamiento del ejecutivo comunal.

Me resultaba inexplicable que nada de lo anunciado con bombos y platillos hubiera avanzado demasiado, por no decir nada. Por poner un ejemplo, el proyecto de ordenanza de acceso a la información que la organización no gubernamental ProPilar presentó ante el intendente y ante el Concejo Deliberante en abril, aún se encuentra durmiendo el sueño de los justos (que en el criollo que se habla en el HCD, se dice "cajoneado").

Para mi fortuna, el jueves pasado a la noche escuché al Jefe de Gabinete local en una entrevista televisiva, y mi pregunta encontró su respuesta: hablando de la pelea entre el oficialismo y el pattismo, dijo (y se respondió) Osvaldo Pugliese "¿qué es lo que la gente quiere? La gente quiere propuestas y anuncios...". Esa era precisamente la explicación que yo había estado buscando: el explicador oficial considera que nosotros –la gente- queremos del gobierno "propuestas y anuncios". Esto creo que merece algunas reflexiones:

1) Pugliese, a pesar de haber compartido años de arduo trabajo en el HCD con sus pares peronistas (mientras era concejal del Frepaso), no aprendió la doctrina del General Perón: "mejor que prometer, es cumplir, y mejor que decir, es hacer".

2) En lo personal, preferiría que los funcionarios hagan menos esfuerzo en interpretar lo que en verdad queremos los ciudadanos. Los anuncios son importantes, porque nos generan una expectativa positiva; pero son como la sal en las comidas: un poco las mejora, pero en exceso, las estropea. Ningún titular de diario cambia mágicamente el desastroso estado de las calles y rutas del partido, o la falta de insumos en los hospitales. Tampoco se mejora la seguridad en el partido porque en las camionetas de la patrulla comunitaria hayan puesto "Intendente Dr. Humberto Zúccaro", como si hubieran sido compradas con su plata.

De los anuncios más "mediáticos" de este gobierno, vale la pena recordar el referido a la reforma tributaria de principios de año, cuando se dijo que serviría para aumentar la cantidad de contribuyentes que pagan sus tasas municipales, y con ese aumento, hacer obras. A poco de andar, la reforma sólo permitió que los pocos que ya pagaban, deban pagar ahora mucho más. Nada se logró con el propósito de recuperar las deudas de miles de contribuyentes, que son la fuente de financiamiento más inmediata y relevante que tiene el municipio para encarar obras.

Ante todo, transparencia
Pero para mejorar la recaudación, hace falta recuperar la confianza de los vecinos en las instituciones; y para que ello suceda, sería de gran utilidad que el gobierno de a conocer en detalle el estado de sus cuentas. La rendición de cuentas a los vecinos es su obligación, porque provee un elemento de control ciudadano.

En gobiernos anteriores, me preocupaba al ver cómo algunos concejales acomodaban su voto de acuerdo a los beneficios personales que esperaban obtener. Éste Concejo es más sorprendente: le ha otorgado al intendente facultades extraordinarias (algo así como "superpoderes"), de modo que hoy por hoy Zúccaro puede reasignar partidas, aprobar rezonificaciones de suelo, rescindir contratos con empresas privatizadas porque sí, etc. Y ello, lejos de mejorar la calidad institucional, la deteriora.

Yendo a la cuestión de la transparencia, asombra conocer que hace pocos días se firmó el primer llamado a licitación en los 10 meses cumplidos en el año... el primero! ¿cómo se estuvo comprando hasta ahora sin licitaciones de precios? ¿cómo se garantiza que los precios pagados por la gestión de Zúccaro hayan sido los mejores que se podían conseguir?.

Si el jefe comunal quiere de verdad encarar una gestión "de puertas abiertas", debería preocuparse porque se apruebe cuanto antes una norma que garantice el acceso a la información pública. De esa manera, los ciudadanos podremos conocer cuántos empleados tiene la comuna (en todas las modalidades de contratación), cuánto se gasta y en qué, cuánto se destina a pagar publicidad oficial, etc. Si de verdad queremos ser libres, debemos ser esclavos de la ley; y en Pilar, parece que las leyes se aplican sólo si convienen a los intereses personales de los gobernantes.

Propuestas y anuncios

(PILAR DE TODOS) Durante la campaña electoral del año pasado, todos los candidatos a intendente se cansaron de asegurar a sus descreídos interlocutores que de llegar a ganar, harían un "gobierno de puertas abiertas"y que impulsarían con ahínco la participación de la comunidad.

Con el triunfo de Humberto Zúccaro, en febrero de este año el gobierno firmó un acuerdo con la Subsecretaría de Asuntos Municipales del gobierno provincial para "mejorar la calidad de gestión" local. Con el mismo propósito, Zúccaro suscribió tambien sendos convenios con las fundaciones Grupo Innova y Cippec, ambas de reconocido prestigio en el orden nacional por elaborar estudios y propuestas vinculadas a la transparencia y a las políticas públicas.
Por aquél entonces, el intendente también impulsó la creación de una oficina anticorrupción, que controlaría el funcionamiento del ejecutivo comunal.

Me resultaba inexplicable que nada de lo anunciado con bombos y platillos hubiera avanzado demasiado, por no decir nada. Por poner un ejemplo, el proyecto de ordenanza de acceso a la información que la organización no gubernamental ProPilar presentó ante el intendente y ante el Concejo Deliberante en abril, aún se encuentra durmiendo el sueño de los justos (que en el criollo que se habla en el HCD, se dice "cajoneado").

Para mi fortuna, el jueves pasado a la noche escuché al Jefe de Gabinete local en una entrevista televisiva, y mi pregunta encontró su respuesta: hablando de la pelea entre el oficialismo y el pattismo, dijo (y se respondió) Osvaldo Pugliese "¿qué es lo que la gente quiere? La gente quiere propuestas y anuncios...". Esa era precisamente la explicación que yo había estado buscando: el explicador oficial considera que nosotros –la gente- queremos del gobierno "propuestas y anuncios". Esto creo que merece algunas reflexiones:

1) Pugliese, a pesar de haber compartido años de arduo trabajo en el HCD con sus pares peronistas (mientras era concejal del Frepaso), no aprendió la doctrina del General Perón: "mejor que prometer, es cumplir, y mejor que decir, es hacer".

2) En lo personal, preferiría que los funcionarios hagan menos esfuerzo en interpretar lo que en verdad queremos los ciudadanos. Los anuncios son importantes, porque nos generan una expectativa positiva; pero son como la sal en las comidas: un poco las mejora, pero en exceso, las estropea. Ningún titular de diario cambia mágicamente el desastroso estado de las calles y rutas del partido, o la falta de insumos en los hospitales. Tampoco se mejora la seguridad en el partido porque en las camionetas de la patrulla comunitaria hayan puesto "Intendente Dr. Humberto Zúccaro", como si hubieran sido compradas con su plata.

De los anuncios más "mediáticos" de este gobierno, vale la pena recordar el referido a la reforma tributaria de principios de año, cuando se dijo que serviría para aumentar la cantidad de contribuyentes que pagan sus tasas municipales, y con ese aumento, hacer obras. A poco de andar, la reforma sólo permitió que los pocos que ya pagaban, deban pagar ahora mucho más. Nada se logró con el propósito de recuperar las deudas de miles de contribuyentes, que son la fuente de financiamiento más inmediata y relevante que tiene el municipio para encarar obras.

Ante todo, transparencia
Pero para mejorar la recaudación, hace falta recuperar la confianza de los vecinos en las instituciones; y para que ello suceda, sería de gran utilidad que el gobierno de a conocer en detalle el estado de sus cuentas. La rendición de cuentas a los vecinos es su obligación, porque provee un elemento de control ciudadano.

En gobiernos anteriores, me preocupaba al ver cómo algunos concejales acomodaban su voto de acuerdo a los beneficios personales que esperaban obtener. Éste Concejo es más sorprendente: le ha otorgado al intendente facultades extraordinarias (algo así como "superpoderes"), de modo que hoy por hoy Zúccaro puede reasignar partidas, aprobar rezonificaciones de suelo, rescindir contratos con empresas privatizadas porque sí, etc. Y ello, lejos de mejorar la calidad institucional, la deteriora.

Yendo a la cuestión de la transparencia, asombra conocer que hace pocos días se firmó el primer llamado a licitación en los 10 meses cumplidos en el año... el primero! ¿cómo se estuvo comprando hasta ahora sin licitaciones de precios? ¿cómo se garantiza que los precios pagados por la gestión de Zúccaro hayan sido los mejores que se podían conseguir?.

Si el jefe comunal quiere de verdad encarar una gestión "de puertas abiertas", debería preocuparse porque se apruebe cuanto antes una norma que garantice el acceso a la información pública. De esa manera, los ciudadanos podremos conocer cuántos empleados tiene la comuna (en todas las modalidades de contratación), cuánto se gasta y en qué, cuánto se destina a pagar publicidad oficial, etc. Si de verdad queremos ser libres, debemos ser esclavos de la ley; y en Pilar, parece que las leyes se aplican sólo si convienen a los intereses personales de los gobernantes.

lunes, 25 de octubre de 2004

Corruptos

(EL DIARIO REGIONAL) Esta última semana las instituciones de la Democracia fueron heridas de gravedad. A la presentación de una denuncia contra un funcionario municipal que cobrara una pensión graciable además de su sueldo, el gobierno respondió clausurando una guardería infantil cuyo titular es el denunciante, y en la que unas treinta familias pobres dejaban a sus hijos para poder ir a trabajar.

La reacción del gobierno de Zúccaro es casi patológica: cuando alguien piensa diferente, es perseguido y criticado por "hacer política"; nos pasa a todos los que expresamos una opinión desfavorable, o una visión distinta. El intendente y parte de su séquito en el Concejo confunden política partidaria con política de estado. Reaccionan con intolerancia frente a una opinión diferente. Arman comisiones investigadoras por presuntas infracciones en el trámite de habilitación de una guardería, siendo que la Ley Orgánica -que los concejales deberían conocer como la tabla del 2- los habilita a juzgar hechos de naturaleza totalmente diferente .

Para las infracciones denunciadas por el oficialismo está la justicia de faltas. Las comisiones investigadoras dentro del HCD deben constituirse –entre otras situaciones-ante "negligencias reiteradas que califiquen de grave la conducta en el ejercico de sus funciones lesivas al interés patrimonial del municipio" (art. 249º inc. 2).

No cabe duda que las razones que permiten la conformación de una comisión -que tiene facultades para destituir a un edil- son de una gravedad mayúscula. Y ello es así, porque nuestro sistema de gobierno representativo implica que en la banca que ocupa un concejal hay sentados virtualmente miles de ciudadanos que confiaron en que serían bien representados por aquél. Hugo Quintero, en tanto concejal, no es un ciudadano más; él es la voz de los que no tiene voz, quizás porque durante mucho tiempo se cansaron de gritar ante los mismos que hoy prejuzgan para llevar agua para su molino.

Los demás ediles deberían saber que sus votantes les han asignado el mismo rol trascendental. Pero si atacan las instituciones, si niegan la información pública como si fuera propiedad del ellos, si reaccionan con intolerancia frente al que piensa distinto, me pregunto si no estaríamos habilitados para solicitar la formación de otra comisión que investigue si las conductas de algunos concejales oficialistas no merecen que se los destituya por malversar los recursos públicos en persecuciones políticas.

A menudo el límite entre lo legal y lo ilegal se vuelve difuso, y las palabras se definen de acuerdo a la conveniencia de quien las pronuncia. Creo que vale la pena recordar la definición de corrupción de Transparencia Internacional, institución que desde hace más de 10 años lucha en todo el mundo contra ese flagelo: "corrupción política es el abuso por parte de los líderes políticos para su propio beneficio del poder que se les ha confiado" (pido disculpas al lector por llamar líderes políticos a algunos que no alcanzarían esa categoría ni luego de varias reencarnaciones).

Corruptos

(EL DIARIO REGIONAL) Esta última semana las instituciones de la Democracia fueron heridas de gravedad. A la presentación de una denuncia contra un funcionario municipal que cobrara una pensión graciable además de su sueldo, el gobierno respondió clausurando una guardería infantil cuyo titular es el denunciante, y en la que unas treinta familias pobres dejaban a sus hijos para poder ir a trabajar.

La reacción del gobierno de Zúccaro es casi patológica: cuando alguien piensa diferente, es perseguido y criticado por "hacer política"; nos pasa a todos los que expresamos una opinión desfavorable, o una visión distinta. El intendente y parte de su séquito en el Concejo confunden política partidaria con política de estado. Reaccionan con intolerancia frente a una opinión diferente. Arman comisiones investigadoras por presuntas infracciones en el trámite de habilitación de una guardería, siendo que la Ley Orgánica -que los concejales deberían conocer como la tabla del 2- los habilita a juzgar hechos de naturaleza totalmente diferente .

Para las infracciones denunciadas por el oficialismo está la justicia de faltas. Las comisiones investigadoras dentro del HCD deben constituirse –entre otras situaciones-ante "negligencias reiteradas que califiquen de grave la conducta en el ejercico de sus funciones lesivas al interés patrimonial del municipio" (art. 249º inc. 2).

No cabe duda que las razones que permiten la conformación de una comisión -que tiene facultades para destituir a un edil- son de una gravedad mayúscula. Y ello es así, porque nuestro sistema de gobierno representativo implica que en la banca que ocupa un concejal hay sentados virtualmente miles de ciudadanos que confiaron en que serían bien representados por aquél. Hugo Quintero, en tanto concejal, no es un ciudadano más; él es la voz de los que no tiene voz, quizás porque durante mucho tiempo se cansaron de gritar ante los mismos que hoy prejuzgan para llevar agua para su molino.

Los demás ediles deberían saber que sus votantes les han asignado el mismo rol trascendental. Pero si atacan las instituciones, si niegan la información pública como si fuera propiedad del ellos, si reaccionan con intolerancia frente al que piensa distinto, me pregunto si no estaríamos habilitados para solicitar la formación de otra comisión que investigue si las conductas de algunos concejales oficialistas no merecen que se los destituya por malversar los recursos públicos en persecuciones políticas.

A menudo el límite entre lo legal y lo ilegal se vuelve difuso, y las palabras se definen de acuerdo a la conveniencia de quien las pronuncia. Creo que vale la pena recordar la definición de corrupción de Transparencia Internacional, institución que desde hace más de 10 años lucha en todo el mundo contra ese flagelo: "corrupción política es el abuso por parte de los líderes políticos para su propio beneficio del poder que se les ha confiado" (pido disculpas al lector por llamar líderes políticos a algunos que no alcanzarían esa categoría ni luego de varias reencarnaciones).

viernes, 15 de octubre de 2004

Idiotas

(RESUMEN) Desde hace meses, el HCD tiene en la comisión de Legislación un proyecto de Ordenanza de Acceso a la Información. Al momento de ser presentado por la ONG ProPilar, el presidente del cuerpo apoyó su sanción, al igual que el intendente.

El decreto suscripto ayer por el gobernador Solá para brindar acceso a la información pública se enmarca dentro de la reforma política que se dice impulsar desde distintos niveles de gobierno.
Sin embargo, en Pilar las cosas son bien distintas: aquí, tres miembros de la ONG ProPilar presentamos en abril un proyecto de ordenanza similar al que rige en varios municipios y provincias del país. Y todavía no se aprobó. Así, se dará la paradoja de que para conseguir información pública sobre el municipio de Pilar, cualquier persona podrá obtenerla solicitándola a La Plata, mientras que en Pilar, las autoridades municipales la negarán.

Un largo camino
En el mes de julio y a instancias de la Comisión de Legislación presidida por el ex ultra bivortista Jorge García (ahora devenido en zuccarista), el Concejo resolvió pedirle información sobre ProPilar a la Dirección de Relaciones con la Comunidad, como una forma de trabar el tratamiento y aprobación de la ordenanza reclamada. Irónicamente, ayer se conoció el hecho de que el Director de Relaciones con la Comunidad, Gustavo Trindade, percibía una pensión graciable (destinada a indigentes) junto con su sueldo de funcionario público. Tal situación jamás hubiese ocurrido de contar con un acceso irrestricto a la información pública. No es que Trindade sea un mal funcionario; al contrario, dio sobradas muestras de cumplir con su función con eficacia. Pero hubiera sido mejor funcionario de no haber cobrado nunca una pensión que por definición, está destianda a personas indigentes.

Al no poder acceder a la información pública, me queda rondando una duda: ¿no habrá otras irregularidades aun más graves en la gestión de Humberto Zúccaro?.

Idiotas o Ciudadanos
Los atenienses creían que la participación en asuntos públicos evitaba que la gente se convirtiera en "idiotas", o seres puramente privados (para los griegos, un idiota no era alguien con un coeficiente intelectual bajo, sino alguien sin la menos idea de su conexión con el mundo).
No queremos ser idiotas; pretendemos vivir en una democracia con ciudadanos plenos de derecho.

Ojalá que la firma del decreto de Solá de ayer (por el jueves) sirva para que nuestros concejales "se pongan las pilas" y pasen del discurso a la acción, sancionando sin más demoras la Ordenanza de Acceso a la Información.

Feudo pilarense

(EL DIARIO REGIONAL) Con los objetivos de mejorar la calidad institucional, reducir la brecha de representatividad, concertar un financiamiento transparente de los partidos políticos e instrumentar cambios en el sistema electoral, el gobernador Felipe Solá convocó esta semana a una Mesa de Diálogo para la Reforma Política en la provincia de Buenos Aires. El programa incluye mejorar los mecanismos de selección de candidatos y procurar una mayor transparencia en los procesos de decisión del sistema político, mediante el control y la participación ciudadana.

Acceso a la información
Como un primer paso hacia la ansiada transparencia el gobernador Solá firmó el decreto de acceso a la información pública en la provincia, a través del cual "toda persona física o jurídica tiene derecho de acceso a documentos administrativos de naturaleza pública correspondiente a organismos, entidades, empresas, sociedades, dependencias y todo otro ente que funcione bajo jurisdicción del Poder Ejecutivo".

En Pilar las inicativas de transparencia en la gestión pública no corren la misma suerte que a nivel provincial. Tres miembros de la ONG ProPilar presentamos en abril un proyecto de ordenanza similar al decreto firmado ayer por Solá. Pero la propuesta está durmiendo el sueño de los justos. Así, se dará la paradoja de que para conseguir información pública sobre el municipio de Pilar, cualquier persona podrá obtenerla solicitándola a La Plata, mientras que en Pilar, las autoridades municipales la negarán.

Antídoto
Los instrumentos de transparencia impulsados por Solá no son novedosos; pero sí son infrecuentes. La presentación de declaraciones juradas, por caso, de haber existido en nuestro distrito hubieran evitado la denuncia penal que los concejales pattistas presentaron contra un funcionario de Zúccaro. Y es que en los municipios que cuentan con instrumentos de lucha contra la corrupción, los funcionarios están obligados a presentar una declaración jurada patrimonial durante los primeros días de su designación; así, nunca un funcionario podría cobrar una pensión indebida. Además, las declaraciones deben reiterarse todos los años, y también al concluir el mandato por la causa que sea. Son de carácter público, y a quien no la presenta se le descuenta un día de salario por cada día de incumplimiento.

Idiotas o Ciudadanos
En la Grecia Antigua, los atenienses creían que la participación en asuntos públicos evitaba que las personas se convirtieran en "idiotas", o seres sin conexión con el mundo (los griegos llamaban idiota no a alguien con un coeficiente intelectual bajo, sino a alguien encerrado en sí mismo, sin conexión con su comunidad).

La participación del pueblo en los asuntos públicos no es algo que nazca "por generación espontánea"; son las instituciones y herramientas de la democracia, como el acceso a la información, las audiencias públicas, o el presupuesto participativo, lo que hace que los ciudadanos podamos participar en el control de gestión y en el diseño de políticas públicas, y gozar así de una democracia plena.

Quienes como el intendente consideran que la emisión del voto constituye el único derecho que los ciudadanos tenemos de intervenir en la vida política de nuestra comunidad, y no impulsan mecanismos de participación democrática, anulando los espacios que posibilitan la participación, quieren convertirnos en idiotas (en la definición ateniense del término); o peor aun, en súbditos de un régimen feudal; así, cuanto más tiempo desee Zúccaro perpetuarse en el poder, el palacio municipal comenzará poco a poco a transformarse en un palacio feudal.

Idiotas

(RESUMEN) Desde hace meses, el HCD tiene en la comisión de Legislación un proyecto de Ordenanza de Acceso a la Información. Al momento de ser presentado por la ONG ProPilar, el presidente del cuerpo apoyó su sanción, al igual que el intendente.

El decreto suscripto ayer por el gobernador Solá para brindar acceso a la información pública se enmarca dentro de la reforma política que se dice impulsar desde distintos niveles de gobierno.
Sin embargo, en Pilar las cosas son bien distintas: aquí, tres miembros de la ONG ProPilar presentamos en abril un proyecto de ordenanza similar al que rige en varios municipios y provincias del país. Y todavía no se aprobó. Así, se dará la paradoja de que para conseguir información pública sobre el municipio de Pilar, cualquier persona podrá obtenerla solicitándola a La Plata, mientras que en Pilar, las autoridades municipales la negarán.

Un largo camino
En el mes de julio y a instancias de la Comisión de Legislación presidida por el ex ultra bivortista Jorge García (ahora devenido en zuccarista), el Concejo resolvió pedirle información sobre ProPilar a la Dirección de Relaciones con la Comunidad, como una forma de trabar el tratamiento y aprobación de la ordenanza reclamada. Irónicamente, ayer se conoció el hecho de que el Director de Relaciones con la Comunidad, Gustavo Trindade, percibía una pensión graciable (destinada a indigentes) junto con su sueldo de funcionario público. Tal situación jamás hubiese ocurrido de contar con un acceso irrestricto a la información pública. No es que Trindade sea un mal funcionario; al contrario, dio sobradas muestras de cumplir con su función con eficacia. Pero hubiera sido mejor funcionario de no haber cobrado nunca una pensión que por definición, está destianda a personas indigentes.

Al no poder acceder a la información pública, me queda rondando una duda: ¿no habrá otras irregularidades aun más graves en la gestión de Humberto Zúccaro?.

Idiotas o Ciudadanos
Los atenienses creían que la participación en asuntos públicos evitaba que la gente se convirtiera en "idiotas", o seres puramente privados (para los griegos, un idiota no era alguien con un coeficiente intelectual bajo, sino alguien sin la menos idea de su conexión con el mundo).
No queremos ser idiotas; pretendemos vivir en una democracia con ciudadanos plenos de derecho.

Ojalá que la firma del decreto de Solá de ayer (por el jueves) sirva para que nuestros concejales "se pongan las pilas" y pasen del discurso a la acción, sancionando sin más demoras la Ordenanza de Acceso a la Información.